Modificación del PGOU: altura libre

La modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Benidorm en 1963 fue un factor decisivo en el desarrollo urbanístico de la ciudad. Eliminó el límite de alturas sin cambiar la extensión de las parcelas; todas las edificaciones de las playas quedaban exentas y con vistas al mar, sin crear pantallas, lo que impulsó un modelo de ocupación intensiva del suelo. Propició la elevación de edificios de calidad y supuso un ahorro de energía y desplazamientos. La altura libre edificatoria tuvo un impacto significativo en la economía de Benidorm. La capacidad de alojamiento se multiplicó, lo que permitió a la ciudad recibir a un mayor número de turistas y residentes, generar empleo en el sector de la construcción, la hostelería, el comercio y los servicios turísticos.

Los cambios del Plan de 1963 tuvieron una influencia duradera en la planificación urbanística de Benidorm. Estableció una visión a largo plazo para el crecimiento de la ciudad y sentó las bases para futuras revisiones. A lo largo de los años se han realizado ajustes para adaptar las normativas a los desafíos y demandas cambiantes, siempre con la finalidad de lograr un crecimiento equilibrado y sostenible. El objetivo práctico buscaba la mínima ocupación en planta con la máxima altura para alcanzar el volumen fijado previamente por el Plan.

Los arquitectos y promotores inmobiliarios obtuvieron con el aumento de alturas la oportunidad para diseñar estructuras audaces que dibujaron el perfil emblemático de la ciudad. En 1963 se levantaron los dos primeros rascacielos. El arquitecto Aliena Goiti proyectó el edificio Frontalmar, 15 plantas de estructura metálica al estilo de los rascacielos norteamericanos.

El segundo fue obra del arquitecto Guardiola Gaya; la torre Coblanca-1, casi 100 metros de cota y 27 plantas. Benidorm empezó a ser un laboratorio de la arquitectura y el urbanismo modernos.

1963

Modificación PGOU

Altura libre

Rascacielos